Se denomina una “trampa 22” a aquella situación en la que una persona se ve afectada por una regla en la que cualquier alternativa que elija le acaba perjudicando. El término (Catch-22) procede de la novela de Joseph Heller del mismo título, publicada en 1961, en la que se narra la historia de un piloto estadounidense en la Segunda Guerra Mundial que trata de evitar entrar en combate haciéndose pasar por loco. Paradójicamente, el artículo 22 del reglamento establece que nadie en su sano juicio querría pilotar un bombardero en semejantes circunstancias, de modo que su alegación demuestra en realidad que está cuerdo y que debe seguir pilotando.
De acuerdo con esta regla, todo piloto que quiera volar demuestra que no está en sus cabales y debe ser relevado, pero para ello debe enviar una solicitud de revisión. En el momento en que lo hace, la trampa se cierra sobre sí misma y el aviador pasa a ser considerado como cuerdo, puesto que ningún loco presentaría una queja. En definitiva, no hay elección posible ni manera de salir del sistema.
Este tipo de trampas lógicas son más frecuentes de lo que pensamos en la vida real, especialmente en lo referente a trámites burocráticos. En Straightdope citan el ejemplo de un ciudadano australiano que se muda a vivir a EEUU y quiere asegurar su coche. Para ello, la aseguradora le pide que demuestre que es asegurable, lo que implica que debe haber estado asegurado anteriormente en EEUU, de modo que al final no le conceden el seguro porque no tiene un seguro. Un caso parecido se ha dado alguna vez con los inmigrantes, a los que se solicita un permiso de trabajo para trabajar y un trabajo para obtener el permiso de trabajo.
Una encerrona que suele resumirse de esta forma: "si sale cara gano yo, si sale cruz pierdes tú".
Si te ha interesado, menéalo
De acuerdo con esta regla, todo piloto que quiera volar demuestra que no está en sus cabales y debe ser relevado, pero para ello debe enviar una solicitud de revisión. En el momento en que lo hace, la trampa se cierra sobre sí misma y el aviador pasa a ser considerado como cuerdo, puesto que ningún loco presentaría una queja. En definitiva, no hay elección posible ni manera de salir del sistema.
Este tipo de trampas lógicas son más frecuentes de lo que pensamos en la vida real, especialmente en lo referente a trámites burocráticos. En Straightdope citan el ejemplo de un ciudadano australiano que se muda a vivir a EEUU y quiere asegurar su coche. Para ello, la aseguradora le pide que demuestre que es asegurable, lo que implica que debe haber estado asegurado anteriormente en EEUU, de modo que al final no le conceden el seguro porque no tiene un seguro. Un caso parecido se ha dado alguna vez con los inmigrantes, a los que se solicita un permiso de trabajo para trabajar y un trabajo para obtener el permiso de trabajo.
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