simple is beautiful
Fogonazos: September 2007
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Sunday, September 30, 2007

Trabajo en equipo

La escena fue grabada desde la cubierta de un barco del National Geographic en aguas antárticas. Los científicos contemplaron atónitos la inteligencia de las orcas, capaces de ponerse de acuerdo hasta un extremo escalofriante. Al parecer, las orcas adultas están enseñando a una orca joven a cazar en equipo. En el último intento, como veréis, tres de ellas sincronizan una batida para generar una ola que tire a la foca del témpano. Impresionante. (Podéis ver el vídeo con mucho más detalle aquí) (In English) - Menéalo

Orcas Teamwork

In January 2006 a group of scientists at the Antarctic circle watched this incredible scene. A group of orcas sourrounded a seal and cooperated to create a wave that washed their prey off an island of ice. Together, in groups of three or four, they swimmed and created a wave against the ice floe. Aparently, they were teaching their young about the hunting technique. (You can see much more details in this amazing video)

Friday, September 28, 2007

A 210 km/h en bicicleta

"El deportista austriaco Markus Stoeckl, de 33 años, estableció el pasado fin de semana un nuevo récord de velocidad sobre una bicicleta de serie, alcanzando 210’4 Km/h en el trazado de alta velocidad de La Parva, en los Andes chilenos. Superó así su propio récord, que ostentaba desde hacía ocho años, por 23 Km/h". La pendiente tenía 45 grados de inclinación. "Para evitar que la visera de su casco se empañara, Stoeckl tuvo que contener la respiración durante los 40 segundos del descenso".

Ver también: La bicicleta del diablo / Via: menéame

Wednesday, September 26, 2007

El organismo más dañino de la Tierra

El organismo más dañino del planeta fue un minúsculo ser humano nacido en algún lugar de Pennsylvania. Hacia 1921 Thomas Midgley era un joven ingeniero que trabajaba para la General Motors en Dayton e investigaba sobre el desarrollo de combustibles. Pronto descubrió que el plomo conseguía reducir el traqueteo de los motores e inventó un compuesto llamado plomo tetraetílico. En pocos años, las grandes compañías de automóviles comenzaron a utilizar su invento para la fabricación de carburantes y lanzaron a la atmósfera toneladas de plomo que perdurarían en el aire durante décadas.

A pesar de conocer su alta toxicidad y de que los trabajadores de las fábricas enfermaban uno tras otro por envenenamiento, Midgley se empeñó en negar la verdad e incluso simuló ante los periodistas que el plomo era perfectamente inocuo. En una rueda de prensa digna de ser recordada, Migdley se roció con plomo por el cuerpo y lo inhaló insistentemente de un bote mientras insistía en que podía hacer aquello todos los días. Por supuesto, cayó enfermo al cabo de unas horas y se mantuvo apartado durante meses de la opinión pública mientras se recuperaba. (Seguir leyendo)

Tal vez por su mala conciencia, Midgley trató entonces de encontrar una solución para los gases venenosos que soltaban los frigoríficos de la época. Concienciado por la muerte de cientos de personas, Midgley encontró la alternativa en un gas relativamente estable y que se podía respirar sin problemas: los conocidos como clorofluorocarburos, o CFC, y cuyo papel como principal destructor de la capa de ozono conocemos hoy en día.

Así pues, en apenas 20 años Midgley había propiciado el vertido de miles de toneladas de plomo sobre el planeta y la generación de una cantidad de CFC suficiente para destrozar buena parte de las reservas de ozono. No es de extrañar que, unos años después, un historiador calificara a Midgley como de “el organismo vivo que más impacto ha tenido en la atmósfera en la historia de la Tierra".

Para culminar su historia de despropósitos, en 1940 Midgley contrajo la polio y quedó postrado en la cama. A sus 51 años, el ingeniero se obsequió a sí mismo con una de sus creaciones y diseñó un sistema de poleas y cables para moverse sobre la cama. En 1944, la máquina se puso en marcha y Midgley murió estrangulado por su propio invento.

La historia también se cuenta en Una breve historia de casi todo, de Bill Bryson

Tuesday, September 25, 2007

Fogonazos: cuatro años después

Hoy, día 25 de septiembre, se cumplen cuatro años desde que este humilde blog comenzara su andadura. Para celebrarlo he preparado un momento revival con imágenes de algunos de los post más conocidos. Espero que lo disfrutéis.


Aprovecho para daros las gracias a todos los que os pasáis cada día por aquí, a los que dejáis vuestro granito de arena, a los que me escribís proponiéndome historias asombrosas y a los que simplemente os limitáis a leer. Gracias a todos porque habéis hecho posible que este invento siga adelante mucho más tiempo del que yo podía imaginar. (Más autobombo)

Gracias a vuestro apoyo, del millón de visitantes únicos de los primeros tres años, hemos pasado a los cuatro millones y medio en los últimos nueve meses. El crecimiento del último año ha sido tan grande que durante algunas semanas nos mantuvimos en el Top 500 de Technorati (ahora andamos alrededor del 700), lo que supone estar entre los blogs más enlazados y difundidos del planeta. Hemos sido portada de Digg y Reddit en varias ocasiones, nos han publicado en webs tan conocidas como Boing Boing o Neatorama, nos hemos hecho un huequecito en el blogroll de Microsiervos y en el corazón de Menéame, y hasta nos dieron un premio.

¿Se puede pedir más? Pues lo más importante: tener la suerte de contar con lectores, y no solo visitantes.

Aprovecho para daros dos buenas noticias: la primera, que ya podéis acceder al blog tecleando simplemente www.fogonazos.es. La segunda, que desde agosto me he incorporado como editor al equipo de ADN.es, desde donde tratamos de hacer un periodismo diferente en la red. Estáis invitados a participar :-)

* PD: La presentación de diapositivas tiene un código que se puede copiar e insertar donde queráis (así me hacéis la publicidad viral, jejeje)- Si queréis verlo con música pinchad en el icono de abajo, a la izquierda

Saturday, September 22, 2007

La vida privada de los verdugos

En la imagen, un oficial de las SS toma el sol junto a sus ayudantes. En sus rostros hay una expresión de felicidad, parecen aprovechar el sol para charlar de sus cosas. Ellas se han echado una mantita sobre las piernas, tal vez para protegerse del frío de la tarde. Unos metros más allá, las cámaras de gas trabajan a pleno rendimiento. (Seguir leyendo en la Guía para Perplejos)

Thursday, September 20, 2007

El experimento Hafele-Keating

"En 1971, J. C. Hafele y R. Keating, subieron varios relojes atómicos de cesio a bordo de aviones comerciales durante más de 40 horas y se comparó la lectura de estos con otro idéntico en Tierra sincronizado con el primero. El avión despegó e hizo un largo viaje, y aterrizó en el mismo punto de salida. Al comparar los dos relojes atómicos después del viaje, el del avión y el de la Tierra, ya no estaban sincronizados. El reloj atómico que había volado estaba ligeramente retrasado (muy ligeramente pero medible con dichos relojes, la diferencia de tiempos era de unas pocas centésimas de milésima de millonésima de segundo).

Tras descontar ciertos efectos gravitatorios secundarios, y asumiendo que no hubo ningún error de medida, lo cual se comprobó controlando las condiciones y repitiendo el experimento varias veces, se concluyó que la única explicación posible venía por la teoría de la relatividad [general] de Einstein". (In English)

Más: 1, 2

Hafele-Keating experiment

"During October, 1971, four cesium atomic beam clocks were flown on regularly scheduled commercial jet flights around the world twice, once eastward and once westward, to test Einstein's theory of relativity with macroscopic clocks. From the actual flight paths of each trip, the theory predicted that the flying clocks, compared with reference clocks at the U.S. Naval Observatory, should have lost 40+/-23 nanoseconds during the eastward trip and should have gained 275+/-21 nanoseconds during the westward trip ...

Relative to the atomic time scale of the U.S. Naval Observatory, the flying clocks lost 59+/-10 nanoseconds during the eastward trip and gained 273+/-7 nanosecond during the westward trip, where the errors are the corresponding standard deviations. These results provide an unambiguous empirical resolution of the famous clock "paradox" with macroscopic clocks.".

More info: 1, 2

Sunday, September 16, 2007

Las águilas del Chrysler

En cada esquina del piso 61 un águila de acero vigila la ciudad. Unos metros más arriba, como un brillante desgastado, la cúpula del Chrysler refulge sobre Nueva York. No es el edificio más alto ni el más importante de Manhattan, pero sigue siendo el preferido por los neoyorkinos. (Seguir leyendo)

Las águilas han estado aquí durante los últimos 77 años. Gárgolas de acero sobre los taxis amarillos y el humo de la ciudad. Ellas vivieron los días del hambre, la guerra y el music hall. Estaban allí cuando Nueva York se vestía de confetti y la mañana en que se cubrió de fuego.

Las gárgolas le dan a Nueva York lo que tiene de Gotham. Fotografiados sobre ellas, los operarios parecen improvisados superhéroes, locos dispuestos a saltar sobre la multitud.

Estas rapaces de metal son una réplica de los ornamentos que llevaban los automóviles Chrysler hacia el año 1929. Los adornos del piso 31 son una reproducción a las tapas de los radiadores. Todo el edificio es un homenaje a los coches de la compañía en aquella época, una pequeña joya del Art Deco.

El edificio abrió sus puertas el 27 de mayo de 1930 y fue durante unos meses el más alto del mundo. El récord le duró medio año, cuando se terminó la construcción del Empire State. Sin embargo, en todas las encuestas los vecinos de Manhattan siguen eligiendo al Chrysler en primer lugar.

De vez en cuando, alguien tiene que subir hasta allí a limpiar el hollín o reparar la iluminación. Entonces, encaramado a la cabeza del águila, uno se debe sentir como el rey de la ciudad.

Más: 1, 2 / Ver también: Cisternas de Nueva York

Si te apetece, menéalo

Wednesday, September 12, 2007

Esqueletos en el Ártico

Más allá del círculo polar, en las lejanas tierras del norte, cualquier variación climatológica puede ser letal para un piloto. Sembrados a lo largo de la región ártica, los restos de decenas de aparatos han quedado abandonados bajo el hielo y conservados como viejas reliquias durante años. (Seguir leyendo)

El fuselaje de este Fairchild-27, por ejemplo, lleva enterrado bajo la nieve de la isla de Cornwallis (Canadá) desde 1968. Algún expedicionario pasa por allí de vez en cuando y se hace una fotografía, pero es probable que sus restos permanezcan inmutables durante décadas.


La historia de estos aviones ha quedado en el olvido. La distancia con los lugares habitados ha terminado por convertirlos en una parte del paisaje, vestigios de una civilización que sucumbió a los elementos.

Algunos aficionados a la aviación han recopilado información sobre estos viejos esqueletos y tratan de conocer su verdadera historia. Las imágenes de este post son un pequeño adelanto de lo que podéis encontrar en este foro: Abandoned Plane Wrecks of the North. Espero que lo disfrutéis tanto como yo.

Archivado en Abandonos

Ver también: Vuelos transpolares / Rescate de un avión enterrado en el hielo / El escuadrón perdido / Avión enterrado en la arena

Monday, September 10, 2007

Einstein en el maletero

La noche del 18 de abril de 1955 el patólogo Thomas Harvey empuñó su escalpelo y realizó una incisión en forma de Y sobre el cadáver de Albert Einstein. Con el cuerpo aún caliente encima de la mesa, el doctor extrajo el hígado y los intestinos y halló casi tres litros de sangre en la cavidad peritoneal. A continuación abrió el cráneo con una sierra circular, extrajo el cerebro y se lo llevó a su casa. (Seguir leyendo)

Durante los siguientes cuarenta años, el destino del cerebro de Einstein se convertiría en una especie de leyenda. La historia del patólogo que había robado el cerebro del genio aparecía de vez en cuando en algún periódico local, sin que nadie conociera a ciencia cierta su paradero.

En 1996 el periodista Michael Paterniti retomó la historia de Harvey y lo encontró trabajando en una fábrica de plásticos de Kansas. El patólogo vivía en un pequeño apartamento y dormía en una cama plegable. Conservaba el cerebro de Einstein en un tarro de cristal de su cocina y lo había convertido en su obsesión.

Sin pensárselo dos veces, Paterniti se ofreció a llevar a Harvey hasta California, respondiendo al deseo del anciano de visitar a Evelyn Einstein, y zanjar el asunto devolviéndole el cerebro a la nieta del genio. Y así fue como el periodista y el patólogo se vieron envueltos en una de las peripecias más surrealistas de la historia: un viaje de costa a costa con el cerebro de Einstein en el interior del maletero.

“Cada vez que paramos en un autoservicio - explica Paterniti en su libro “Viajando con Mr Albert”– siento deseos de gritar: ¡En el maletero tenemos el cerebro de Einstein!” “La idea de que lo tengo ahí detrás, - escribe –, me resulta tan inconcebible y turbadora que no estoy lo que se dice en mi mejor forma para circular por carretera”.

La novela de Paterniti describe un viaje alucinante a través de Estados Unidos con el cerebro flotando en un tupperware en la parte posterior de un viejo Buick Skylark. Por si le faltaban ingredientes, en el camino visitan a William S. Burroughs, cruzan el Medio Oeste y se pasan por Las Vegas. Durante todo el trayecto se mantiene una constante, la atracción enfermiza que ejerce el cerebro sobre aquellos que le rodean:

“Una confesión: - escribe el periodista – quiero que Harvey se duerma… Quiero tocar el cerebro de Einstein. Sí, debo admitirlo. Quiero sostenerlo entre mis manos, acariciarlo, sopesarlo en la palma de la mano, tocar alguno de los quince mil millones de neuronas ahora dormidas. ¿Será su textura como el tofu, el coral del erizo de mar, la mortadela?”


Como se cuenta en la novela, el magnetismo que ejerció el cerebro sobre su poseedor terminó por destrozarle la vida. Durante los años que siguieron a la noche del robo, Harvey perdería el trabajo y arruinaría su carrera como médico, postergando una y otra vez la prometida investigación que aclararía los misterios de la mente del genio.

“Para Harvey el cerebro era como un objeto sagrado – explicaba Paterniti en una entrevista – Vivió con el cerebro de Einstein durante alrededor de cuatro décadas como su salvador y custodio, como el gran guardián del cerebro”.

Sin embargo, Harvey quiso compartir su hallazgo y buscó ayuda entre otros expertos. Cortó el cerebro en 240 trozos y los repartió entre unos pocos científicos de todo el mundo con el objeto de que los analizaran. En un último arranque de lucidez, y tal vez de sacrificio personal, Harvey terminó por devolver el cerebro al hospital de Princeton, convencido de que alguien debía ponerlo a buen recaudo (Después de todo la nieta de Einstein nunca llegó a quedarse el cerebro).

El viaje de Sugimoto

Paralelamente, al otro lado del Pacífico se gestaba una historia no menos peculiar en torno al cerebro. El científico japonés Kenji Sugimoto, obsesionado con la vida de Albert Einstein, emprendió a finales de los 90 una odisea personal en busca del cerebro del que tanto había oído hablar. La aventura, filmada por el director Kevin Hull para un documental de la BBC, llevó a Sugimoto a recorrer los Estados Unidos en busca de Harvey, hasta que le localizó en su casa de Kansas.

Como veréis con vuestros propios ojos, la escena en la que Harvey pesca un trozo de cerebro del interior de un bote de galletas y corta una loncha sobre la encimera de la cocina es uno de esos momentos dignos de ser recordados para el resto de nuestras vidas.

Provisto de su preciado trofeo, Sugimoto regresó más tarde a Japón y celebró su éxito en club de karaoke local, donde cantó una canción acompañado del pequeño fragmento de cerebro de Albert Einstein. Una escena colosal que cierra el documental de Hull:


"Cada uno agarró lo que pudo"

Cuarenta años después, y una vez analizados los distintos testimonios, parece que la noche en que Thomas Harvey diseccionó el cadáver de Albert Einstein terminó siendo una jornada bastante esperpéntica. Decenas de personas bajaron a contemplar el cuerpo del maestro y quisieron quedarse con un recuerdo. “Cada uno agarró lo que pudo” - explica el doctor Henry Abrams, oftalmólogo personal del científico. Él mismo extrajo los ojos de Einstein y los guardó durante más de 40 años en la caja de seguridad de un banco de Filadelfia.

Aún hoy, el doctor Abrams acude una o dos veces del año a la cámara de seguridad del banco y contempla los ojos del genio, con los que asegura experimentar “una profunda conexión”. “Cuando se miran esos ojos, - asegura Abrams– se ve en ellos la belleza y el misterio del mundo. Son claros como el cristal y dan sensación de profundidad”.

Más: 1, 2, 3, 4, 5 / Ver el vídeo completo aquí

Si te ha gustado, menéalo

Thursday, September 6, 2007

Anillos sobre Broadway

Ese hombre que fuma sobre la multitud, dibujando circulitos de felicidad por encima de los coches, permaneció durante 25 años en la misma esquina de Broadway y marcó a una generación de neoyorkinos. El cartel que exhalaba anillos de humo sobre el centro de la ciudad apareció en decenas de películas y con el tiempo se convirtió en el icono de una época. Ésta es su pequeña historia. (Seguir leyendo) (English)

El anuncio de la compañía Reynolds fue ideado por el publicitario Douglas Leigh en tiempos de guerra. Corría el año 1941 y el Gobierno había restringido la iluminación para evitar los bombardeos, de modo que un cartel que exhalara humo era la alternativa ideal a los carteles luminosos.



El cartel fue colocado en la esquina sudeste de Times Square, sobre la fachada del hotel Claridge entre la 44 y Broadway, y allí permaneció desde 1941 hasta 1966, fecha en que fue derribado el edificio. Durante aquellos años, el protagonista del anuncio fue cambiando sucesivamente, alternando entre soldados, marinos o pilotos, y la campaña se extendió a otras ciudades del país.

Caminaría una milla por un Camel”, decía el anuncio, y escupía un gigantesco anillo de humo cada cuatro segundos. El mecanismo que hacía funcionar el cartel era bastante sencillo. Insertado en la pared del edificio, una pequeña cámara acumulaba vapor de agua y lo expulsaba gracias a una membrana de plástico a modo de diafragma. Una vez expulsado, un segundo motor contraía el vapor para expulsarlo en forma de anillo.

Para hacerse una idea de la perfección de su maquinaria, se calcula que, hasta 1966, el cartel fumador expulsó cerca de 200 millones de anillos.

Más: 1, 2 / Ver también: Cuando los médicos fumaban

Smoke rings over Broadway

One of the most enduring images of Times Square (in New York) is the Camel Man, who blew smoke rings around the clock for decades from a billboard mounted on the Claridge Hotel on Broadway between 43rd and 44th Streets. The billboard bacame a New York fixture for 25 years until the hotel, which served as a location for the film “Midnight Cowboy,” was replaced by an office building in 1966.

The idea of a billboard which puffed out five-foot-wide smoke rings of steam was developed by American advertising executive Douglas Leigh. The smoke rings were chosen because outdoor lighting had been banned because of World War II's blackout measures.

Behind the hole was a steel chamber with a rubber backing that acted like a diaphragm. As steam filled the chamber, the rubber was pulled tight by a gear. When a second gear turned, the diaphragm relaxed, forcing the steam out of the chamber with a whooshing sound and sending it, like a smoke ring, wafting over Broadway.

The Camel Smoke Ring billboard featured the slogan "I'd Walk a Mile for a Camel" and a man who blew giant smoke rings every four seconds. The image switched from soldiers to sailors to airmen. Until 1966, the billboard puffed away about 200 million smoke rings!

More info and sources: 1, 2

Tuesday, September 4, 2007

El gigante de Arecibo

El observatorio de Arecibo, en Puerto Rico, ha sido hasta hace muy poco el mayor radiotelescopio construido por el hombre. La antena principal tiene un diámetro de 305 metros y contiene unas 39.000 láminas de aluminio a lo largo de su superficie. Por si fuera poco, suspendido sobre la semiesfera a 150 metros de altura, se encuentra el receptor del radiotelescopio, una gigantesca estructura que se desplaza por el interior de la antena para interceptar las señales reflejadas por los paneles. (Seguir leyendo) (English)

Este receptor está situado sobre una plataforma de 900 toneladas y sujeto por 18 cables sobre tres torres de hormigón armado de más de 100 metros. La plataforma posee una vía giratoria de 93 metros de longitud, en forma de arco, sobre la cual se montan la antena de recepción y los reflectores secundarios y terciarios.

Esta disposición es la que permite al telescopio observar cualquier región del cielo en un cono de 40 grados alrededor del cénit local. Aunque el radiotelescopio no puede ser orientado, la antena móvil permite explorar una vasta zona del firmamento. La localización de Puerto Rico cerca del Ecuador posibilita la observación de todos los planetas del Sistema Solar.

El observatorio de Arecibo recolecta datos radioastronómicos y es el mayor radiotelescopio del mundo para buscar vida inteligente en otros planetas. Aquí se realizan varios proyectos del programa SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence) dado que su potencia podría detectar una señal artificial procedente del espacio profundo. Hasta el momento ha hecho varios descubrimientos científicos significativos, como la determinación del período de rotación exacto de Mercurio y las fotografías de los primeros planetas extra-solares.
El 16 de noviembre de 1974, se transmitió desde el Observatorio de Arecibo la señal de radio más potente dirigida por la humanidad a las estrellas, con la esperanza de que exista alguna forma de vida extraterrestre en un sistema solar similar al nuestro. El mensaje contenía una serie de informaciones sobre la vida terrestre: un esquema de números, los átomos de los elementos de los que estamos principalmente constituídos, imágenes esquemáticas de la doble hélice del DNA, de un ser humano, del sistema solar y del propio radiotelescopio de Arecibo.

A pesar de todo, y aunque parezca increíble, el observatorio de Arecibo cerrará sus puertas en el año 2011 si no encuentra fondos para su mantenimiento. A partir de ese año se reducirán los fondos que el Gobierno de Estados Unidos dedica a investigación y la continuidad del observatorio peligrará si no se encuentra otra fuente de ingresos.


Más info y fuentes: 1, 2, 3

Monday, September 3, 2007

Arecibo, the largest telescope on Earth

The Arecibo observatory is the largest single-aperture telescope ever constructed. It is distinguished by its enormous size: the main collecting dish is 305 m in diameter, constructed inside the depression left by a karst sinkhole. The dish is the largest curved focusing dish on Earth, giving Arecibo the largest electromagnetic-wave gathering capacity. The Arecibo telescope's dish surface is made of 38,778 perforated aluminum panels, supported by a mesh of steel cables.

It is a spherical reflector (as opposed to a parabolic reflector). This form is due to the method used to aim the telescope: the telescope's dish is fixed in place, but the receiver at its focal point is repositioned to intercept signals reflected from different directions by the spherical dish surface.

The receiver is located on a 900-ton platform which is suspended 150 m in the air above the dish by 18 cables running from three reinforced concrete towers, one of which is 110 m high and the other two of which are 80 m high.

The platform has a 93 m long rotating bow-shaped track called the azimuth arm on which receiving antennae, secondary and tertiary reflectors are mounted. This allows the telescope to observe any region of the sky within a forty degree cone of visibility about the local zenith. Puerto Rico's location near the equator allows Arecibo to view all of the planets in the solar system.

The Arecibo telescope has made many significant scientific discoveries. It also had military intelligence uses, for example locating Soviet radar installations by detecting their signals bouncing back off of the Moon. And it was used for the SETI program.

In 1974, the Arecibo message, an attempt to communicate with extraterrestrial life, was transmitted from the radio telescope toward the globular cluster M13, about 25,000 light-years away. The 1,679 bit pattern of 1s and 0s defined a 23 by 73 pixel bitmap image that included numbers, stick figures, chemical formulas, and a crude image of the telescope itself.

Unfortunately, if other sources of funding cannot be obtained, the telescope will be shut down in 2011. If the additional funding is not available, Arecibo's radar astronomy program will cease October 1 2008.


More info and sources: 1, 2, 3