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Muy cerca de la estación antártica de McMurdo, a unos 3.500 kilómetros al sur de Nueva Zelanda, la escultora Lita Albuquerque acaba de instalar 99 esferas azules de distintos tamaños que reproducen con exactitud el mapa estelar visible sobre el cielo de la Antártida durante el solsticio de verano. Cada una de las esferas del 'Stellar axis' – fabricadas a escala y con un material biodegradable – está alineada con las estrellas que brillaban el día 22 de diciembre de 2006 sobre la isla de Ross y el Polo Sur, una especie de “proyección” del cielo austral con la que pretende recrear “el hecho de que no somos un planeta aislado en el vacío sino rodeado de un enorme sistema de estrellas”. Destacadas contra la blancura de la llanura antártica, las esferas azules del ‘Stellar axis’ pretenden ser una especie de obra a escala planetaria. La intención de Lita Albuquerque – que se declara inspirada por los megalitos levantados hace milenios por nuestros ancestros – es la de despertar la conexión más profunda de los humanos con el resto del Universo, una conexión y una pequeñez a escala universal que el hombre moderno parece haber olvidado. Feliz solsticio de invierno y próspero año nuevo a todos. Por que en 2007 sigamos conservando la capacidad y las ganas de asombrarnos. ¡Salud! Más: 1, 2, 3 y 4
En julio de 2003, cuando se encontraba rodando un documental sobre las islas hawaianas occidentales, el equipo de Jean-Michel Cousteau se topó con un espectáculo de devastación hasta entonces nunca imaginado. Sobre las playas de la lejana isla de Laysan, a miles de kilómetros de cualquier lugar habitado, se extendía un interminable reguero de botellas, encendedores y restos de ordenadores. A pesar de que la isla estaba absolutamente desierta y en mitad del Pacífico, los miembros del equipo encontraron objetos provenientes de 52 países; desde cepillos de dientes o pelotas de golf, hasta el ala de un avión comercial. Meses después, el propio Jean-Michel Cousteau realizó una gira por todo el mundo para explicar la devastación de la que había sido testigo: “Nos estamos asustando – dijo – La amenaza se está convirtiendo en realidad”. Basura procedente de todo el mundo había llegado a las remotas islas de la Polinesia después de ser arrastrada por las corrientes oceánicas durante años. Incluso – según explicó el mismo Cousteau – encontraron “objetos que no habían sido fabricados desde 1960”. “Es impresionante, – explicó - incluso nos pidieron que probáramos que no habíamos trucado las fotos”. “Pero esto demuestra la verdad. Tenemos kilómetros de playas como éstas. Es algo infernal. Encontramos televisiones, ordenadores… Si hubiera habido gente viviendo en la isla podrías entenderlo, pero estaba deshabitada”. Además de los montones de basura, durante los días que permanecieron en Laysan, el equipo de Cousteau encontró cadáveres de albatros por toda la isla. Los pequeños objetos de plástico estaban causando auténticos estragos entre la población de aves. Los adultos confundían los llamativos objetos con peces de colores y después de capturarlos los regurgitaban sobre los picos de sus crías, aumentando la mortandad de manera escalofriante. En apenas una semana, el equipo de Cousteau recogió centenares de estos objetos, especialmente mecheros. Aquí os dejo una muestra de los objetos encontrados en el interior de los cadáveres. Tal vez todos deberíamos empezar a asustarnos: [via] / Más: 1, 2, 3, 4 y 5
El punto más caliente de la Tierra no se encuentra entre las dunas de ningún desierto, sino en lo alto de una pequeña torre de Albuquerque (Nuevo México). Allí se encuentra la NSTTF ("National Solar Thermal Test Facility”), una central termosolar de alta temperatura capaz de generar el calor de 1.500 soles concentrado en un solo punto. La central – perteneciente a los Sandia National Laboratories – dispone de 220 espejos de 7 metros de diámetro, enfocados hacia la parte superior de la torre, y capaces de generar una temperatura desconocida sobre la superficie terrestre. Aunque la NSTTF fue construida para investigar en la utilización de la energía solar, en los últimos años ha sido utilizada por los científicos de la NASA para probar la resistencia de los materiales en futuras misiones espaciales. Concretamente, la NASA ha probado los revestimientos de una próxima misión a Titán, que protegerían a la nave de una entrada en la atmósfera a velocidades supersónicas. Para el test de materiales, se sitúa una muestra en lo más alto de la torre, a unos 60 metros de altura, y se dirige el foco de los 220 heliostatos hacia ella. Cada panel consta de 25 espejos que son dirigidos de manera precisa por un ordenador hacia el objetivo, de modo que la energía proveniente del sol se multiplica en términos exponenciales. Es en ese momento cuando la densidad de potencia alcanza el equivalente al calor de 1.500 soles sobre la superficie terrestre. Más: 1, 2, 3, 4
"El escritor es un ente de ficción. La historia contemporánea, desde Cide Hamete Benengelí a esta parte, está plagada de ejemplos que demuestran que la autoría – en la mente del lector – se desliza hacia el plano de la ficción y ejerce un papel tan poderoso como la propia obra. La nómina de suplantaciones se remonta a casos como el de Ossián, supuesto bardo escocés del siglo III meticulosamente falsificado por James Macpherson (1736-1796) o el de Thomas Chatterton, que hizo pasar sus poemas por los de un monje medieval y terminó quitándose la vida tras ser descubierto. En todos los casos, la casuística literaria lleva al mismo resultado: el autor es parte del nudo gordiano de la ficción... " Podéis seguir leyendo en la Guía para Perplejos.
Igual que existe el fetichismo de los pies o de la lencería francesa, determinado tipo de personas experimentamos una sensación morbosa ante la visión de un robot junto a una moza. No se trata de un deseo explícito de sexo con autómatas – como en el caso del fetichismo del robot – sino de una fantasía sexual inexplicable, producida por la temible presencia del robot frente a los frágiles cuerpos de las protagonistas. Imágenes como las de Anne Francis junto a Robby el robot, o las de Katy Manning tonteando con un Dalek, han quedado para siempre en las retinas de muchos de nosotros. Éste es un extraño recorrido por la historia del erotismo con robots: (Seguir leyendo)
1. Robots y chicas
2. Planeta prohibidoEn el año 1956, la Metro-Goldwyn-Mayer produjo “ El planeta prohibido”, una película de ciencia ficción en la que aparece por primera vez Robby el robot. En la película, Robby es un sofisticado androide programado para cuidar y mimar a Altaira (interpretada por la actriz Anne Francis). Para la promoción de la película la actriz se hizo una serie de fotografías con el robot en las que hoy se aprecia un marcado contenido erótico. 3. El irresistible encanto de los Daleks
Los Daleks, que no son exactamente robots sino el vehículo de una temible raza de alienígenas mutantes, aparecieron originariamente en “El Doctor Who” y después dieron lugar a algunas míticas secuelas de serie Z. En los años 80, Katy Manning, la actriz protagonista de la serie “El Doctor Who”, posó desnuda para una revista australiana junto a uno de los Daleks y generó una considerable polémica. Más recientemente, en el año 2005, se rodó la película " Abducted by the Daloids”, una cinta porno en la que los Daleks abducían a varias modelos con el objeto de obligarlas a practicar sexo entre ellas. La cadena BBC se molestó bastante con el asunto y puso una demanda judicial contra sus autores. 4. Robots malvados 5. Cómics
En el año 1964 el director Nicholas Webster filmó la película “ Santa Claus conquista a los marcianos” probablemente el mayor engendro friqui-navideño de todos los tiempos. En la película, Santa Claus es capturado por los marcianos con el fin de impedir la felicidad de los niños de la Tierra. Pero, una vez en Marte, resulta que Santa Claus enseña a los niños marcianos el verdadero significado de la Navidad. La película tiene momentos épicos, como aquél en el que Santa Claus le planta cara a un super-robot hecho con papel de aluminio que se lía a mamporros con los elfos. A esta Navidad sí que me apunto. Podéis ver más detalles aquí, y disfrutar de los vídeos en youtube. Felices fiestas a todos.
La noche del 26 de mayo de 2003, un Airbus de la compañía BMI procedente de Chipre, se topó con una tormenta inesperada cuando volaba sobre suelo alemán. Tras varios minutos de violentas turbulencias, los doscientos pasajeros notaron cómo un objeto chocaba violentamente contra el avión. Horas más tarde, cuando el aparato aterrizó sobre el aeropuerto de Manchester, el piloto comprobó horrorizado que una enorme bola de granizo les había golpeado y había destrozado el morro del avión. Hoy día, gracias a los equipos de medición, toparse con una tormenta de granizo es relativamente poco frecuente. Sin embargo, las condiciones meteorológicas cambian en ocasiones repentinamente y colocan a los pilotos en una difícil situación. (Seguir leyendo)
El 15 de agosto de 2003, un Boeing 737 de la compañía Easyjet procedente de Ginebra estuvo a punto de sufrir un serio accidente tras entrar en una tormenta de granizo que duró pocos segundos. Los daños se repartieron por toda la estructura del avión y obligaron al piloto a regresar al aeropuerto de partida tan solo diez minutos después de despegar. Un portavoz de la compañía dijo que en sus 20 años de carrera aérea nunca había visto impactos de granizo tan violentos sobre un avión:
Hace unos meses, el 10 de agosto de 2006, un Boeing 727 de la Capital Cargo Airlines tuvo la mala fortuna de introducirse en una violenta tormenta de granizo sobre Alberta (Canadá):
Además de romper el parabrisas del avión, las piedras de hielo provocaron espectaculares daños en el morro, las alas y los focos del aparato. Afortunadamente, los daños fueron superficiales y el piloto pudo regresar sin problemas al aeropuerto de Calgary de donde había despegado.
En general, los pilotos saben que los fenómenos meteorológicos, incluidas las aparatosas tormentas, no provocan un peligro real para el avión. Sin embargo, según los expertos en meteorología aeronáutica, las súbitas tormentas de granizo pueden alcanzar una “intensidad suficiente para causar preocupaciones serias” respecto a la navegación.
El 28 de mayo de este mismo año, un Airbus 320 de la compañía brasileña TAM sufrió daños estructurales cuando volaba entre los estados de Paraná y Sao Paulo. La propia empresa difundió un comunicado en el que explicaba que la tormenta había provocado algunos daños en la aeronave. Las fotografías tomadas a pie de pista muestran el estado del morro del avión:
Aquí os dejo algunas fotos de aeronaves dañadas por el granizo. Espero que las disfrutéis y que la próxima vez que voléis consultéis el parte meteorológico, jejeje. [Via: menéame]
En 1903, antes incluso de que los aeroplanos fueran un invento consolidado, el ingeniero alemán Alfred Maul realizó las primeras fotografías aéreas de la tierra desde un kilómetro de altura. Su sistema consistía en acoplar una cámara fotográfica a un cohete y lanzarlo a las alturas. La cámara disponía de un dispositivo automático que le permitía realizar una exposición en el punto más elevado de la trayectoria. Después, Maul recuperaba la cámara mediante un pequeño paracaídas y obtenía sorprendentes panorámicas. Muy pronto el artilugio interesó al mismísimo Kaiser, que quiso aplicarlo para obtener información del enemigo en la guerra contra los turcos. Sin embargo, el ejército austro-húngaro terminó por desechar el invento por considerar que aeroplanos y dirigibles eran mucho más eficaces. Hoy día, aquel loco invento de Maul está considerado uno de los precursores de la fotografía espacial. Más: 1, 2, 3 y 4 / Ver también: Palomas fotógrafas
Después de la Segunda Guerra Mundial, los ejércitos europeos no andaban precisamente sobrados de presupuestos, así que tuvieron buscar soluciones creativas a la hora de equipar a sus tropas. El más sorprendente e imaginativo es el caso del Ejército francés, que diseñó un modelo de scooter equipado con un cañón de 75 mm preparado para actuar como artillería ligera en el campo de batalla. (Seguir leyendo)
Según algunos expertos, los franceses llegaron a fabricar hasta 800 de estas vespas “de combate”, especialmente pensadas para su uso en misiones aerotransportadas. La idea, como podéis ver en las fotografías de más abajo, era lanzar las vespas en paracaídas, de manera que los soldados pudieran montarlas en tierra y salir “a escape” en busca del enemigo. Con los años, la escena parece más propia de Gila que de una guerra de verdad.
[via] Más: 1, 2 y 3 Ver también: El submarino-portaaviones, Caballos contra barcos
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